Absurda cenicienta, así me sentí.

¿De chica quién no vio alguna película de princesas, se imaginó su vida perfecta, sin ningún error?  Bueno, yo sí. 
Esas películas son feas por un lado, hermosas por el otro. Te enseñan que la vida es perfecta, así sin tener que hacer nada, sin luchar, se arriesgan y todas ganan, nunca terminó con un mal final, pero claro esas malditas películas me tenían que ilusionar, me tenía que hacer la cabeza, imaginar mí vida perfecta, sin equivocarme. 
Pero todos cometemos errores, no existe la perfección pura, no digo que NO existan los finales felices, sino que no es así de fácil, hay que luchar, arriesgarse teniendo en cuenta que sí podes perder, nunca bajar los brazos. La vida no viene con instrucciones, y es más difícil que en las películas, eso era obvio.